El aumento de incendios forestales globales eleva preocupaciones sobre impacto en la salud
En medio de las temporadas de calor, resurge uno de nuestros temores más profundos: los El riesgo de incendios forestales crece en condiciones extremadamente secas, como sequías, olas de calor y durante fuertes vientos.
El humo de los incendios forestales es una mezcla de contaminantes del aire peligrosos, como el PM2.5, NO2, ozono, hidrocarburos aromáticos o plomo. Además de contaminar el aire con sustancias tóxicas, los incendios forestales impactan simultáneamente en el clima al liberar grandes cantidades de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero en la atmósfera.
A medida que el cambio climático provoca temperaturas más cálidas y condiciones más secas, y debido a la creciente urbanización de áreas rurales, la temporada de incendios comienza más temprano y termina más tarde. Los eventos de incendios forestales están siendo más extremos en términos de áreas quemadas, duración e intensidad, y pueden interrumpir el transporte, las comunicaciones, el suministro de agua, así como los servicios de energía y gas.
Los incendios forestales que arden cerca de áreas pobladas pueden tener un impacto significativo en el medio ambiente, la propiedad, el ganado y la mortalidad y morbilidad humanas, dependiendo del tamaño, velocidad y proximidad del fuego, y si la población cuenta con advertencias anticipadas para evacuar.
El humo de los incendios forestales es una mezcla de contaminantes del aire, siendo las partículas en suspensión (PM) la principal amenaza para la salud pública. El PM2.5 proveniente del humo de los incendios forestales está asociado con muertes prematuras en la población en general, y puede causar y agravar enfermedades pulmonares, cardíacas, del cerebro/sistema nervioso, piel, intestino, riñones, ojos, nariz e hígado. También se ha demostrado que puede llevar a deterioro cognitivo y pérdida de memoria. Los bomberos y trabajadores de respuesta de emergencia también se ven fuertemente afectados por lesiones, quemaduras e inhalación de humo, particularmente en concentraciones elevadas.
Es necesario realizar más investigaciones interdisciplinarias para comprender los efectos latentes y a largo plazo de la exposición a incendios forestales en poblaciones vulnerables (niños, personas mayores, embarazadas, enfermos crónicos), especialmente en áreas geográficas que sufren exposición repetida y cíclica a estos eventos de incendios forestales.
Fuente: https://www.who.int/